La historia de Jesús de Nazareth es apasionante. Hijo de un carpintero y de una Virgen, consiguió la movilización de sabios de oriente que, guiados por una estrella, lo visitaron cuando apenas era un bebé, ofreciéndole regalos que simbolizaban y reconocían su linaje real, su divinidad y predecían su muerte. Sufrió la persecución de las autoridades en su infancia, teniendo que huir con su familia a Egipto para luego regresar y mostrar toda su sabiduría, su potencial como líder espiritual, a los 12 años y desaparecer hasta cumplir los 30. En los siguientes 3 años, predica, da las buenas nuevas, enseña a la gente a vivir en paz. En su humanidad se equivoca, pero se retira a meditar, reflexionar y orar. Hace milagros, sana, conquista discípulos, enseña verdades universales para vivir bien, es amado, aunque termina odiado por una multitud tras ser traicionado y luego asesinado en la Cruz, todo porque sus enseñanzas amenazaban la credibilidad de fariseos y saduceos, poseedores de la franquicia de la fe por aquel entonces, mientras el poderoso Imperio romano, por política, les otorgaba la razón. Luego, negado por su segundo a bordo, vence la muerte, apareciendo de nuevo con vida en medio del desconcierto de los custodios de su tumba, testigos de un episodio literalmente sobrenatural. Después parte para siempre del mundo hebreo, dejando unos seguidores que invocan su Nombre, comparten sus enseñanzas y crean un movimiento que se propaga por el mundo entero sin antes dar su vida por Él.
En honor a Jesús de Nazareth se han creado las más grandes organizaciones de apoyo a seres humanos vulnerables en el mundo entero, se han asentado cientos de fragmentos de una religión en torno suyo, donde el Vaticano resulta ser el más visible y sus dichos originales todavía transforman vidas, pese a las reglas y adiciones que cada uno de los cientos de fragmentos mencionados imponen a sus seguidores, imponiendo la fusión de la verdad con el dogma.
Y si la historia de Jesús de Nazareth es apasionante, la leyenda de su vida no registrada en los evangelios, es también extraordinaria. Las escrituras avaladas por las organizaciones eclesiales, registran un vacío entre los 12 y los 30 años de edad, época en la que presuntamente tomó la decisión de salir en busca de las tribus perdidas de Israel que habían sido expulsadas de su tierra alrededor del año 732 a.C. conduciéndolo a Cachemira, en la India, donde conoció algunos sabios, seguidores de Siddhārtha Gautama, quienes reconocieron en Él a un Maestro que tenía una clara misión en la vida, acompañándolo en su formación y entrenamiento espiritual, bajo los conceptos del budismo. (La razón, 2023)
Jesús de Nazareth, de acuerdo con esta leyenda, sale de Cachemira, aparece en Israel a los 30 años, hace todo lo que se registra en los evangelios, vence la muerte, se despide de sus discípulos y “sube al cielo”, es decir, al lugar elevado con relación a la tierra, al sitio que simboliza el orden sagrado del universo por oposición a la realidad profana, al patio espiritual que se levanta sobre el terrenal, que se despoja de su abundancia para vivir en humildad, con lo apenas necesario, donde además, se simboliza la creación del mundo, cuando las aguas ceden terreno para la aparición de la tierra: a Cachemira, de nuevo, donde la sabiduría popular, explica la etimología del nombre de esta región así: “… el nombre "Kashmir" significa "tierra desecada" (del sánscrito: Ka=agua y shimíra=desecar). En el Rajatarangini una historia de Cachemira escrita por Kalhana a mediados del siglo XII, sostiene que el valle de Cachemira fue antiguamente un lago.” (Raychaudhuri, 1955). Curiosa coincidencia con el profeta Isaías que, 700 años a.C. anunciaba la llegada del Maestro, como “raíz de tierra seca” (Biblia paralela, 2023)
Entonces, ya en el Cielo, en Cachemira, cuenta la leyenda, aparece Jesús de Nazareth, el resucitado, al que conocían localmente bajo el nombre de Yuz Asaf que podría significar “el sabio profeta” (Yuz: centenario, es decir, anciano o sabio y Asaf, haciendo referencia a un personaje bíblico de la época del rey David que profetizaba a través del arpa) (Watchtower, 2023)
Yuz Asaf, a quien ubican en la región de Cachemira, precisamente en torno al año 100 d.C. vestía túnica blanca y evidenciaba las heridas en manos y pies, resultantes del padecimiento de la crucifixión. Yuz Asaf terminó su vida siendo reconocido como un profeta por vertientes budistas, hinduistas y ahmadíes y murió, por segunda vez, a los 84 años. “Recientes análisis científicos han demostrado que los huesos de dicho sepulcro pertenecen a un hombre de origen hebreo”. (La razón, 2023)
En su tumba que, aún hoy puede ser visitada “se pueden ver los pies esculpidos con las marcas de la crucifixión, se encuentra encajonada en una esquina de Srinagar, escondida en el interior de un edificio chiquitajo y humilde como pocos, con las paredes húmedas pintadas de cal blanca y el techo de chapa verduzco repasado en cien ocasiones.” (La razón, 2023)
Imagen tomada de: https://indiamagica.com/jesus-en-cachemira/
Y así termina este relato sobre la leyenda de los años oscuros o perdidos de la vida de Jesús que, como tal, debe ser observada desde lo literario y no desde la creencia, el dogma o la religión porque el interés de este artículo no es otro que el de mostrar que la grandeza del Nombre de Jesús de Nazareth, parte la historia de nuestro planeta en dos; que la historia se identifica antes y después de él; que genera seguidores, detractores e indiferentes; que permea la historia y la leyenda y que, en resumidas cuentas, lo importante de Él es su Mensaje: Sus dichos, muchos de los cuales circulaban en los primeros años del cristianismo, en forma de pequeños evangelios, donde no se hablaba nada diferente a lo que Él mismo había enseñado: a amar al prójimo, a amar a los enemigos, a no pagar mal con mal, a sus parábolas, a ser todos uno, “como tú y yo somos uno”, a ser verdaderos y buenos seres humanos, cosas estas que son válidas para todas las personas del mundo, cristianos o no, budistas o no, agnósticos, creyentes o ateos, blancos, mestizos, amarillos, morenos, orientales, hombres, mujeres y niños, porque siendo como estos últimos podremos ser del Reino de los Cielos, sean cual sean estos: en dimensiones de explicación cuántica o en Cachemira: no importa.
Álvaro Posse
Psicólogo, educador y bloguero colombiano
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Adenda:
Lista de autores y fuentes que han dado lugar a esta leyenda:
1) La tradición oral de la región de Cachemira donde Yuz Asaf es reverenciado como profeta por los musulmanes ahmadíes y como un místico por hindúes y budistas.
2) Nikolai Notovich, autor judío que en 1894 publicó un libro titulado “La vida secreta de Jesús”.
3) El clerigo inglés Gideon J. R. Ouseley, autor del “Evangelio de la vida perfecta” en 1901.
4) El predicador estadounidense Levi H. Dowling autor de “El Evangelio de Acuario” en 1908.
5) Mirza Ghulam Ahmad, fundador de “La Comunidad Ahmadía” en el siglo XIX con su obra: “Jesús en la India”.
6) El escritor Andreas Faber-Kaiser, en España, en 1976, publicó el libro: “Jesús vivió y murió en Cachemira”. (El Español, 2020)
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Referencias
Biblia paralela. (24 de Febrero de 2020). Biblia paralela. Obtenido de Isaías 53:2: bibliaparalela.com/isaiah/53-2.htm
El Español. (11 de Abril de 2020). El Español. Obtenido de La rocambolesca teoría de que Jesucristo murió en la India: https://www.elespanol.com/cultura/historia/20200411/rocambolesca-teoria-jesucristo-murio-india/481452321_0.html
La razón. (24 de Febrero de 2021). La razón. Obtenido de ¿Y si la tumba de Jesucristo estuviera en Cachemira?: https://www.larazon.es/viajes/20210224/etluz4fexbeg5l4d7vha23wik4.html
Raychaudhuri, H. C. (1955). Ethnic Settlements in Ancient India: a Study on the Puranic Lists. India: S.E.
Watchtower. (24 de Febrero de 2021). Biblioteca en linea. Obtenido de Asaf: https://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200000400
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