Lázaro de Betania, más conocido como “Lázaro”, es el personaje bíblico que resucita, gracias a Jesús, contra todos los pronósticos, después de llevar muerto el tiempo suficiente para que todos advirtieran que: “hiede ya”.
¿Y para qué sirve recordar la historia de Lázaro? Para extraer de ella varias interesantes lecciones: La primera, que nada es imposible; la segunda, que en la vida siempre hay una segunda oportunidad; la tercera, el poder de las virtudes de la resiliencia, del perdón y del amor incondicional, no sólo por lo que el personaje bíblico hizo después de resucitar, sino también y principalmente, por todo lo que recibió, incluso estando muerto: este fue, sin duda, su gran aprendizaje.
Lázaro es la metáfora perfecta de la Psicología Positiva, la de mirar el futuro con optimismo y esperanza, aunque nunca se sepa cómo, cuándo o dónde será lo haya de ser.
Un día a la vez, en el aquí y en el ahora.
Álvaro Posse
Psicólogo, educador y bloguero colombiano
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