Serie ZENCILLEZ, Lección 32/100
En las experiencias cercanas a la muerte o posteriores a una muerte clínica declarada, donde la persona fallecida tiene la oportunidad de ir al más allá y regresar, se relatan espisodios donde el "paciente se siente flotar sobre su cuerpo, y ve el dormitorio, el quirófano o el lugar en el que se encontraba (...) e incluso oye la declaración de su propio fallecimiento. Después, siente que se eleva y que atraviesa un túnel mediante una escalera o flotando en el vacío, y con una relativa rapidez. Ve aparecer una figura al final del túnel (que suele describirse como hermosa, blanca o transparente; a veces hay paisajes, voces o música). El paciente pasa a ser espectador, no siente dolor ni molestias: solo percibe una paz interior. Familiares o amigos difuntos van a su encuentro y aparece una presencia o voz que se define en función de las creencias religiosas del paciente y se establece un diálogo sin palabras con ese ser que parece conocer todo sobre el moribundo. Luego se presenta una visión global pero íntegra de lo vivido, como si viese “su película”; el modelo más ajustado para describirlo según los testimonios es como el de una sucesión de filminas de momentos sueltos de la vida, no necesariamente importantes." (2)
Sin embargo, de alguna manera se le anuncia que "aún no ha llegado su hora" y "regresa a su cuerpo", con "un sentimiento de pesar por no ser capaz de permanecer en el más allá, y una sensación de sufrimiento para volver a su cuerpo físico." En la mayoría de los casos desaparece en alguna proporción el miedo a la muerte tras la certeza de la existencia de una realidad superior y feliz. En ocasiones, las personas que viven estas experiencias cercanas a la muerte, cambian de manera radical sus vidas, considerándolas como una especie de segunda oportunidad.
Las experiencias cercanas a la muerte han sido estudiadas por la ciencia y tienen hipótesis explicativas desde el Psicoanálisis, la Fisiología, la Espiritualidad y otras fuentes alternativas del saber.
Ahora bien, desde la mirada de cualquier religión, existe el más allá: la Vida Eterna en el Cristianismo -por ejemplo- o las sucesiones de reencarnaciones de las culturas orientales. Y ese más allá significa que la vida continúa tras la muerte, en un plano diferente, desencarnado.
Por supuesto, cualquier persona que lea este artículo puede creer en la continuidad de la vida después de la muerte o en el final absoluto de la misma a la hora de la muerte. No vamos a discutirlo, pero a cambio vamos a encontrar un factor común en el cual, creyentes, agnósticos y ateos puedan estar de acuerdo. Así que:
"Existe la Vida antes de la muerte." (Eduard Punset)
¿Cuánta vida perdemos en nuestro sendero por ir a mil por hora? ¿Por no disfrutarla? ¿Suponiendo? ¿Sin ser impecable con las palabras? ¿Tomando las cosas de manera personal? ¿No dando lo mejor de nosotros en todo lo que hacemos?
Así que, independientemente de la existencia o no de la vida después de la muerte, existe la posibilidad de vivir a plenitud antes de morir.
Referencias:
(2) Experiencias cercanas a la muerte, en Wikipedia, la enciclopedia libre: https://es.wikipedia.org/wiki/Experiencia_cercana_a_la_muerte
(3) Textos de la Serie Zencillez, de Estar Bien, escritos por Álvaro Posse, están inspirados en el libro: Zen, Simple Seikatsu No Susume de Shunmyo Masuno.
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