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Foto del escritorAlvaro Posse

¡Todo es posible!

Actualizado: 26 jun 2022

"Tanto si piensas que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto". (Henry Ford)

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay

Serie ZENCILLEZ, Lección 18/100


Desde hace muchos años podía inferir que, un milagro se calificaba como tal, sencillamente porque la ciencia no tenía los elementos suficientes para explicarlo. Esa impotencia, de un enorme sector de las comunidades del saber, por no poder dar respuestas a asuntos pertenecientes al ámbito de lo mágico, las condujeron a promover la negación, tildando cualquier asomo de milagro como una simple falacia.


Con el paso del tiempo he tenido la fortuna de conocer algunos de fraudes milagrosos denunciados por la ciencia que, desde hace cerca de dos milenios han utilizado no pocos representantes religiosos para establecer a su alrededor, relatos mitológicos y leyendas que terminan siendo creídas dogmáticamente por feligreses que jamás han tendido la oportunidad ni el interés de cuestionarlas.


Sin embargo, existe una muy importante cifra de milagros verdaderos expresados en relatos extraordinarios y fascinantes que, han podido ser verificados, a pesar de ser clasificados previamente, como ya se dijo, en el segmento de lo mágico y que, de muchas maneras fueron dados a conocer por los grandes maestros de nuestra historia. Basta recordar que en el siglo XI el místico Milarepa demostró que los únicos límites para el ser humano se lo imponen sus propias convicciones. Milarepa rompía las leyes de la física plantando la palma de su mano sobre la roca, tornándola blanda y maleable hasta dejarla grabada en ella[1]; que Buda señalaba con autoridad que somos lo que pensamos y que nuestra forma de ver el mundo termina por darle forma a nuestra realidad[2]; que Jesús enseñaba: “al que cree todo le es posible”; que diariamente resultan sanados pacientes alrededor del mundo cuando estos ya habían sido desahuciados o cuando la ciencia predictiva de los médicos señalaba para ellos un desenlace fatal y que, inclusive, las personas pueden lograr que los comportamientos de un individuo se alteren positivamente según las expectativas que se tienen del mismo, cosa que en Psicología se conoce como el Efecto Pigmalión.


Milarepa, Buda, Jesús, los pacientes del ejemplo y los practicantes del Efecto Pigmalión, tienen en común una intención en sus pensamientos que se acompañaban siempre de emociones superiores como el amor y la gratitud. Estos dos aspectos, al parecer, terminan por ser generosamente suficientes para mover la voluntad de Dios, del Universo, que la Biblia señala como “Buena, agradable y perfecta”.


Ahora bien, la Física Cuántica podría ser la explicación o el acercamiento para tener una comprensión profunda de los milagros, convirtiendo lo metafísico en físico: al fin y al cabo, de acuerdo con la cuántica los fotones se comportan como materia si se les observa o como energía si no se les observa y que los electrones pueden estar en dos lugares al mismo tiempo, dando origen al universo de las posibilidades.[3]


Todas las personas, por comunes que se crean, pueden lograr sintonizarse con el Campo Cuántico: un campo energético, invisible y de información que existe más allá del espacio y del tiempo y que, Joe Dispenza señala como de “inteligencia y consciencia”. Pero, no problem: en este artículo no estamos interesados en profundizar en los conceptos científicos y se han mencionado algunos sólo como referencia para que usted y yo tengamos una nueva convicción: ¡Todo es posible!

EJEMPLO DE CÓMO SINTONIZARSE CON UNA NUEVA REALIDAD


Para finalizar: si quieres acceder a la posibilidad, a hacer posible el futuro que se creía imposible, a alcanzar un logro, una meta, a mejorar un estado de salud o mil etc, haz el siguiente ejercicio:


1.- Recuerda que Milarepa, Buda y Jesús, entre otros, siempre tenían una INTENCIÓN CLARA y esa intención se expresa en tus pensamientos y establece tu decisión. Por ejemplo: Tú quieres cambiar de trabajo, entonces tu intención se basa en los siguientes aspectos:


A.- Trabajar en una ciudad diferente a la actual: Bogotá.

B.- Ganar el doble del dinero que recibo en estos momentos.

C.- Estar siempre a gusto y feliz con mi trabajo porque a partir del mismo puedo servir a los demás.


2.- Los maestros tenían, además de la intención clara, unas EMOCIONES SUPERIORES. Así que, en este ejemplo, esas emociones podrían ser:


A.- Gratitud: Agradezco mis trabajos presentes y pasados y doy gracias por el trabajo futuro que ya ha sido concedido.

B.- Perdón: Perdono a los demás y me perdono a mi mismo por todas las ocasiones en que no he sido luz y envío esa luz a los demás y a mí mismo.

C.- Empoderamiento: Sé que puedo, sé que soy capaz, sé que lo merezco.


3.- Grafica los dos puntos anteriores alrededor de un símbolo. El gráfico lo ubico en un lugar donde pueda visualizarlo constantemente. Descarga el siguiente archivo para que te sirva como ejemplo:


4.- Realiza la siguiente meditación disponible en YouTube: https://youtu.be/OZFjNAnLO8g

 

[1] Joe Dispenza en su libro “Sobrenatural”. [2] Sonia Fernández Vidal en su libro “Desayuno con partículas”. [3] Experimento de la doble rendija en: https://www.youtube.com/watch?v=QelKg7GrZFg

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